Descubre todas la ventajas de optar por los sistemas de estufas de pellets canalizables
En Garzón Green Energy, llevamos años apostando por una energía más limpia, económica y sostenible. Sabemos que calentar un hogar, una empresa o una industria puede suponer un gasto importante, y ahí es donde entra en juego el hueso de aceituna, un biocombustible que no solo reduce la factura energética, sino que además es una opción natural y renovable.
Las calderas de hueso de aceituna son la opción más rentable si lo que necesitas es rendimiento, ahorro y compatibilidad con distintos sistemas. Pero, ¿realmente vale la pena? ¿Cuánto consume? ¿Es la mejor opción para ti?
Vamos a responder a todas esas preguntas, y si al final del artículo tienes dudas, aquí estaremos para resolverlas.
Si nunca has oído hablar de este tipo de calderas o si te suenan, pero no sabes si son para ti, aquí tienes la respuesta rápida.
Las calderas de hueso de aceituna funcionan como cualquier otra caldera de biomasa, solo que en vez de usar pellet, leña o gasoil, aprovechan un recurso natural que se obtiene del procesado de la aceituna: su hueso.
Este combustible tiene una alta capacidad calorífica, es económico y sostenible, lo que lo convierte en una de las mejores alternativas para reducir la dependencia de combustibles fósiles.
Gracias a sus conductos de canalización, estas estufas eliminan los puntos fríos y aseguran una temperatura constante en espacios amplios.
El hueso de aceituna es un combustible asequible y de alto poder calorífico. Esto permite reducir significativamente los costes de calefacción en comparación con sistemas tradicionales.
El hueso de aceituna es combustible renovable que genera una combustión limpia, ayudando a reducir la huella de carbono.
Una de las preguntas más comunes antes de invertir en una caldera de biomasa es el precio. ¿Merece la pena el gasto inicial? ¿Es más cara que otras opciones? Vamos a analizarlo en detalle.
El coste de una caldera de hueso de aceituna depende de varios factores: la potencia, el tamaño del depósito, la tecnología que incorpora y si es para uso doméstico o industrial.
Calderas domésticas: Pueden encontrarse en un rango entre 2.500 y 7.000 euros, dependiendo de la capacidad y la eficiencia del equipo. Son ideales para viviendas, pequeños negocios o comunidades que buscan reducir su factura energética sin grandes inversiones.
Calderas industriales: Diseñadas para suministrar calor a grandes espacios o procesos productivos, su precio puede oscilar entre 10.000 y 50.000 euros o más, dependiendo de la potencia y los sistemas de automatización que incorporen.
Además del precio de la caldera en sí, hay que tener en cuenta otros factores:
Saber cuánto consume una caldera de hueso de aceituna es clave para calcular el ahorro que supone frente a otros sistemas de calefacción. No basta con saber que el combustible es más barato: para entender el ahorro real, hay que calcular cuánta energía (en kWh) se necesita para mantener una temperatura confortable y cómo se traduce esto en kilos de hueso de aceituna. Un dato clave es su poder calorífico (4-4.5 kWh/kg), similar al pellet de madera, que determina la eficiencia energética del combustible.
1. Potencia y eficiencia de la caldera
La potencia nominal (en kW) indica la capacidad máxima de generación de calor, pero no siempre más potencia significa mayor gasto. La clave está en la eficiencia energética. Por ejemplo, una caldera moderna con sistemas de automatización y combustión optimizada puede alcanzar un 90% de eficiencia, lo que significa que por cada kilogramo de hueso de aceituna (con un poder calorífico de 4 kWh/kg), se aprovecharán 3.6 kWh útiles. En cambio, modelos obsoletos o mal regulados desperdician hasta un 25% del combustible.
2. Aislamiento del espacio: la barrera invisible
El aislamiento actúa como un escudo térmico. Una vivienda con ventanas de doble acristalamiento, paredes aisladas y techos sellados puede reducir su consumo energético hasta un 30% comparado con una construcción con fugas. Para dimensionarlo: en una casa mal aislada de 150 m², el gasto diario de hueso de aceituna podría superar los 30 kg en invierno, mientras que una bien aislada se mantendría en 20 kg para la misma temperatura.
3. Clima: el termostato natural
La temperatura exterior no es un detalle menor. En regiones con inviernos rigurosos, como el interior de Castilla, el consumo diario puede duplicarse frente a zonas templadas como la costa andaluza. Esto se traduce en picos de hasta 50 kg/día en viviendas de 150 m² durante olas de frío, frente a los 25 kg habituales en climas suaves. Por ello, es clave ajustar las expectativas de gasto según la zona geográfica.
4. Calidad del combustible: el detalle que marca la diferencia
El hueso de aceituna no es uniforme. Si contiene restos de pulpa o humedad superior al 10%, su poder calorífico cae drásticamente, obligando a quemar más cantidad para lograr el mismo calor. Por eso, elegir proveedores que certifiquen la calidad del combustible (con análisis de humedad y granulometría) no es un lujo, sino una inversión. Un ejemplo: 1.000 kg de hueso húmedo (12% humedad) equivalen a solo 880 kg de hueso seco en términos energéticos.
El consumo de una caldera de hueso de aceituna no es una cifra estática, sino un cálculo que entrelaza eficiencia técnica, condiciones ambientales y hábitos de uso. Para una vivienda unifamiliar de 100-150 m² bien aislada, el gasto oscila entre 15-25 kg diarios (450-750 kg/mes), lo que se traduce en 50-90 € mensuales con precios de hueso entre 0.10-0.15 €/kg. Sin embargo, en climas extremos como el de la Meseta Norte, el consumo puede dispararse a 35 kg/día durante olas de frío, elevando el coste a 120 €/mes. Comparado con el gasóleo –que en el mismo escenario costaría 200-300 €/mes–, el ahorro ronda el 60-70%.
En el caso de pequeños negocios o comunidades (300-500 m²), el consumo diario se sitúa en 30-60 kg (100-200 €/mes). Un taller mecánico en Valencia con suelo radiante y regulación horaria demostró este potencial: su gasto de 45 kg/día (135 €/mes) fue un 30% más bajo que el de una instalación similar con gas natural. La clave está en la automatización: sistemas que ajustan la temperatura según la ocupación reducen el consumo hasta un 25% en espacios con horarios intermitentes.
Para instalaciones industriales (1.000 m² o más), los números escalan: 100-300 kg diarios (300-800 €/mes). Pero la optimización es posible. La cooperativa agrícola «Olivares de Jaén» logró recortar su consumo de 280 a 220 kg/día –un ahorro de 2.400 €/año– tras instalar un sistema de recuperación de calor residual. Este caso subraya un principio: cada kWh desperdiciado es dinero que se evapora.
La rentabilidad del hueso de aceituna brilla al compararlo con otros combustibles. Con un coste por kWh útil de 0.024-0.036 € –frente a los 0.14 € del gasóleo o 0.25 € de la electricidad–, no solo es 4-6 veces más barato que los fósiles, sino que además reduce la huella de carbono en un 80%. El pellet, aunque eficiente, duplica su precio (0.052-0.083 €/kWh), según datos del Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDAE).
El hueso de aceituna trasciende lo económico: es un modelo de economía circular que transforma residuos agrícolas en calor, y una herramienta de independencia energética para regiones olivareras. Una familia media puede ahorrar 600-1.000 €/año, mientras una industria agroalimentaria recorta 5.000-10.000 € anuales. La ecuación es clara: tecnología + mantenimiento + combustible de calidad = energía sostenible y predecible.
La Gama BD (-B/-P) 100-950 de Inmecal ofrece calderas industriales con potencias que van desde 100 kW hasta 950 kW. Estas calderas están fabricadas en acero al carbono de alta calidad, cumpliendo con la norma UNE EN 305-5:2013, y cuentan con sistemas de seguridad electrónicos y mecánicos. Incluyen un doble sinfín de alimentación y una válvula hídrica de seguridad para prevenir el retorno de llama. Están diseñadas para soportar combustibles como hueso de aceituna, pellet y otros biocombustibles. Son ideales para industrias y grandes superficies que requieren soluciones de calefacción eficientes y seguras.
La Gama AGRO 150-400 de Inmecal está diseñada para proporcionar soluciones de calefacción eficientes y versátiles en entornos agrícolas e industriales. Fabricadas en acero de alta calidad, estas calderas están optimizadas para el uso con biocombustibles y ofrecen una combustión limpia y controlada.
Uno de los aspectos más destacados de este modelo es su diseño con tres pasos de humos horizontales, que permite una limpieza manual sencilla y eficiente. Además, incorpora un sistema automático de extracción y compactación de cenizas, lo que reduce el mantenimiento y mejora el rendimiento a largo plazo.
Para garantizar una combustión eficiente, la caldera incluye un ventilador de tiro forzado y un ciclón que ayuda en la decantación de cenizas y eliminación de pavesas. También cuenta con un quemador de fundición tipo floración, ideal para combustibles con exceso de humedad, y un sistema de control de combustión mediante sonda lambda, lo que optimiza el rendimiento en todo momento.
La Gama AGRO 150-400 es un equipo policombustible, compatible con hueso de aceituna, pellet, cáscara de almendra triturada y otros biocombustibles, lo que ofrece una gran flexibilidad en su uso.
Además, para adaptarse a las necesidades específicas de cada instalación, este modelo puede incluir un sistema de telegestión, permitiendo el control remoto de parámetros y la programación automática de ventilación en función del horario, temperatura y humedad. Esto la convierte en una opción ideal para invernaderos, granjas y otras instalaciones agrícolas e industriales.
La instalación de la Gama AGRO 150-400 es rápida y sencilla, ya que las calderas se entregan ensambladas y listas para su puesta en marcha. Incluyen de serie una tolva de 1.300 kg con sinfín alimentador, aunque pueden suministrarse con depósitos de otras capacidades según las necesidades del cliente.
La Gama INV 150-500 de Inmecal representa la cúspide de la tecnología en calderas industriales, ofreciendo un funcionamiento totalmente automático y una eficiencia sobresaliente. Estas calderas están equipadas con un intercambiador pirotubular vertical que cuenta con un sistema de limpieza automática, asegurando un rendimiento óptimo y reduciendo las necesidades de mantenimiento.
El diseño del quemador permite una limpieza automática, con la extracción de cenizas y residuos hacia cajones externos, facilitando su manejo y garantizando una combustión completa y óptima. Además, el aporte de aire adicional asegura la total combustión de los gases, maximizando la eficiencia energética.
Estas calderas son compatibles con diversos biocombustibles, incluyendo pellet, hueso de aceituna, cáscara de almendra y astilla, ofreciendo flexibilidad en la elección del combustible. La unidad de control avanzada gestiona todas las funciones de la caldera a través de una pantalla táctil a color, y opcionalmente, permite la gestión y control remotos, adaptándose a las necesidades específicas de cada instalación.
La Gama INV 150-500 puede suministrarse con sistemas de alimentación por sinfines industriales, que opcionalmente pueden complementarse con agitadores para biocombustibles que lo requieran, como la astilla de madera. Todos estos sistemas de alimentación son controlados desde el panel central de la caldera, asegurando una operación integrada y eficiente.
Características destacadas:
Con su avanzada tecnología y diseño orientado a la eficiencia, la Gama INV 150-500 es una solución ideal para industrias que buscan una fuente de calor sostenible, eficiente y adaptable a diversas necesidades energéticas.
Si has llegado hasta aquí, ya tienes claro que una caldera de hueso de aceituna no es un simple cacharro que calienta el agua. Es una máquina de imprimir ahorro. Mientras otros siguen pagando facturas que parecen hipotecas, los que apuestan por biomasa calientan su casa, su empresa o su industria con el combustible más barato y eficiente.
Aquí no hay magia ni promesas vacías. Hay números, hechos y ahorro real. Si todavía dudas, hazte esta pregunta: ¿Cuánto llevas gastado en gas o electricidad en los últimos cinco años? Ahora compáralo con lo que habrías ahorrado con una caldera de biomasa.
No se trata de si merece la pena, se trata de cuánto más quieres seguir perdiendo.
En Garzón Green Energy, llevamos años ayudando a gente como tú a pagar menos y calentar más. Si estás cansado de que tu dinero se evapore en cada invierno, escríbenos. Te asesoramos, sin compromiso, pero con una condición: si sigues pagando facturas desorbitadas después de esto, que sea porque quieres, no porque no tenías otra opción.